Lawrence llegó al hotel Beverly Hilton, en California, luciendo, como muchos preveían, un vestido de Dior. Pero lo que no tantos se imaginaban es que ese atuendo estaría "decorado" con dos bandas negras (una en la cintura y otra bajo la cadera), algo que no tardó en desatar las burlas, con sus correspondientes imitaciones, en Twitter e Instagram, además de Tumblr.
Los usuarios de Twitter subieron sus propios diseños inspirados en el polémico vestido y la red de microblogging no paró de alojar entre sus tuits selfies de atrevidos modistas: jóvenes de ambos sexos e incluso mascotas o Ariel -la famosa sirenita de Disney- se pusieron en la piel de la protagonista de Los juegos del hambre... al menos por unos minutos.
Esto se debió a que los materiales necesarios para convertirse en Jennifer Lawrence estaban al alcance de cualquiera: una sábana y dos cintas negras bastaron para lucir un Dior "made in home", la copia dantesca del vestido de la colección Fall 2013 de la línea Couture que llevó puesto la artista.
Mientras la cantante de música country contestaba las preguntas, de pronto apareció Lawrence en el fondo, dentro del plano de la cámara y haciendo el gesto de empujar a su compatriota estadounidense de 24 años. "Iba a venir a empujarte y tirarte por las escaleras", le dijo la actriz cuando concluyó la entrevista. Todo terminó entre risas, ya que ambas son amigas, según publica el sitio Glamour.
El otro momento de plena atención hacia Jennifer fue cuando ella hacía una entrevista con el mencionado Seacrest. Lawrence llevaba puestos unos fabulosos pendientes largos decorados con diamantes y una esmeralda y varios brazaletes valuados en miles de dólares. Pero cuando dialogaba con el conductor de TV, una de sus flamantes pulseras se resbaló de su muñeca y cayó a la alfombra roja. "Necesito alguien con manos libres que pueda ponérmelo de nuevo", bromeó Jennifer. "No pierdas tus joyas", le respondió Seacrest.
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